Cornellà es territorio hostil

Sólo hubo un color, el blanquiazul. Los seguidores se dejaron la voz para que el rival estuviera incómodo

En el terreno de juego, la historia fue distinta, pero en las gradas sólo hubo un color, el blanquiazul. Aquellos que podían pensar que el Madrid estaría cómodo en Cornellà tuvieron que rendirse a la evidencia. El nuevo estadio del Espanyol tiene capacidad para 39.200 espectadores y el club ha alcanzado los 34.167 socios. Ayer hubo lleno hasta la bandera –39.170 espectadores–, así que las cuentas están claras y ayer se hicieron patentes. El Madrid sólo pudo tener el apoyo de los apenas 2.000 madridistas, que ocuparon en su mayoría la zona reservada a la afición visitante –separada del resto por placas de metacrilato–. Quien más lo vivió en sus propias carnes fue Cristiano Ronaldo, quien demostró tener muy poco predicamento en Cornellà.

Cuando marcó el Madrid poco antes del descanso y en la recta final, ellos fueron los únicos que se levantaron para festejar el gol. El resto, los seguidores del Espanyol, enmudecieron, pero sólo fue durante unos segundos, pues la afición blanquiazul estuvo en todo momento con su equipo y a pesar de las adversidades, animó con fuerza y silenció a los seguidores del conjunto visitante. Los cánticos de la afición blanquiazul se centraron básicamente en animar a su equipo y, cómo no podía ser de otra forma, de recuerdo al gran capitán, Dani Jarque. Y también se pudo constatar que el Espanyol ha podido encontrar su particular ‘You’ll never walk alone’ en la canción ‘Glòria als herois’, una de las vencedoras en el concurso realizado la pasada campaña y que sonó antes del partido.
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De hecho, los aficionados pericos sometieron a un marcaje muy estrecho al Real Madrid desde el momento en el que los blancos –ayer de azul– entraron a calentar. Los silbidos, en un estadio lleno hasta la bandera y que es una auténtica ‘bombonera’– retronaron cuando los jugadores de Pellegrini se retiraron a los vestuarios o la megafonía anunció sus nombres. Los gritos se multiplicaron en aquellas jugadas de ataque en las que el Madrid especulaba. Pero el momento más contundente fue cuando Cristiano Ronaldo entró en el 65’. El abucheo generalizado al portugués fue de aquellos que hacen época, aunque los madridistas se desquitaron cuando marcó.

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será hostil la ciudad pero el equipo no me veas lo de falta que hacen por tal de que no les marquen gol!