Garay se doctoró en Pamplona

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La gran actuación que cuajó Ezequiel Garay en el Reyno de Navarra en el partido ante el Osasuna -fue el mejor de su equipo para la mayoría de los medios de comunicación-, la enorme sobriedad que mostró ante el Zaragoza y su inmejorable estreno goleador en Mestalla -su testarazo dio los tres puntos a los blancos- no hacen más que ratificar que el argentino es uno de los centrales con más proyección del fútbol mundial. La estadística de este joven zaguero refrenda su importancia. No en vano, el defensa blanco no conoce la derrota con la camiseta del Real Madrid . Su balance es prácticamente inmejorable: siete triunfos y dos empates en los nueve encuentros que ha disputado con la elástica madridista.

Ezequiel Garay vive instalado en la felicidad. Así se le ve en los entrenamientos y en los partidos, en los que se le ve totalmente integrado a un grupo al que llegó apenas seis meses. El defensa argentino está creciendo a pasos agigantados y sólo hay que acudir a las crónicas que se escribieron tras su enorme encuentro disputado en el Reyno de Navarra para apercibirse de ello.

Para muestra un botón. "Entre todos destacó Garay, perfecto en los cruces, imperial en el juego aéreo y cómodo con la pelota... Garay ofrece todas las garantías. Su actuación en el Reyno volvió a acreditarle como titular indiscutible", reza la crónica de Santiago Segurola en Marca, que puede servir de portavoz del sentir general de la prensa, que ha elegido a Garay como el futbolista más destacado del partido.

Jorge Valdano, director general del Real Madrid y adjunto a la Presidencia, refrendaba esta opinión nada más finalizar el encuentro del pasado domingo. "Garay ha sido el jugador más destacado del equipo. Cuando más le exigieron, mejor estuvo... brilló por alto, manejó bien la pelota con los pies y se está asentando para demostrar su capacidad", manifestó.

Con el citado encuentro ante Osasuna son ya un total de nueve partidos los que ha disputado el zaguero blanco con la camiseta del Real Madrid -ocho en Liga y uno en Champions-. El argentino puede presumir de no conocer la derrota en ninguno de ellos, obteniendo un balance prácticamente inmejorable: siete victorias y dos empates.