Cristiano por Messi

Primero Cristiano Ronaldo que Lionel Messi. Eso es lo que nos dio a entender el técnico del Real Madrid Manuel Pellegrini, cuando al hacer comparaciones, señaló que prefiere a su jugador, porque a lo largo del torneo español, jugando menos partidos, hizo más. Opinión que es respetable, ya que se pone de parte de un jugador suyo a modo de estímulo.

Pero, la verdadera verdad, cuando el final del torneo vive un enorme momento de intensa emoción ante la última jornada, -el domingo próximo-, en que el Barsa recibe al Valladolid y el Madrid juega en Málaga, es que el argentino superó al portugués en toda la temporada.

No se trata de hacer comparaciones para determinar que uno sea mejor que otro, porque los dos son dos fenómenos. Pero el hecho de que el Barsa sí gana y el Madrid también gana o si empatan los dos, determine el título para los azulgranas -que sería lo lógico por ser locales-, y que Messi haya sido el máximo anotador, evidencia su importancia de cara al gol: fundamental en el fútbol.

Pero es que, además, el argentino tiene un fútbol más de cara a sus compañeros, aun teniendo más habilidad y mimo con la pelota que el portugués. Parte del éxito del buen fútbol del Barsa es por el apoyo de Messi, para hacerlos jugar mejor, lo mismo que Xavi. Cuando el rosarino tiene la pelota es como si la tuviera todo el equipo.

Pero cuando en el Madrid la tiene Cristiano es para él. Él se la juega, con una tremenda potencia, velocidad en busca del gol más que del juego. Es por ahí por donde el cuadro blanco cojea, cuando acusan a su técnico que ganan, pero no juegan buen fútbol. Cristiano es una amenaza constante ante el gol, pero no dibuja el fútbol como el azulgrana. Una vehemencia aplastante de su identidad con las mallas; más que con sus compañeros.

Mientras que, en estos últimos juegos del Barcelona, cuando se decía y dice que no iba a aguantar la presión del Madrid, la figura de Messi fue determinante para que jugadores como los jóvenes Pedro, Busquets y Bojan hayan progresado tanto, en fútbol y goles. Ésa es la grandeza del argentino.